traductor

sábado, 24 de febrero de 2018

 En mi corazón vive


Su boca de largos estios,
hace de la mia su aposento,
es, aliento de vida y mieles.
Parece que una paloma palpitante
Renaciera.

Posada te doy en mi torrente de sangre,
que agitada despierta como un riego.
Así moriría esta noche
¡Los días son penosos y se inundan!

 A veces mi amante llega alegre,
ofreciéndome un calíz rebosante de vaho 
y siento, que mis ignifugas piedras del alma arden
 ¡Como hoy me entrega tan preciado relicario!

Otras, la ofrenda es una violeta,
¡Divina la deseada y esmeralda primavera!
Sus manos de polen…
Bordean todas las cúspides de mi cuerpo,
cuando brillantes destellos, él, me ofrece.


Nuria.

miércoles, 21 de febrero de 2018

Tú me pediste el olvido
Hemos acordado que nos vamos a prescindir
Tú, que vivías en mis ventanales lluviosos,
aguardándote en la tormenta de la memoria...
Eres ahora un canal vació y encarcelado.
Extraviando tu nombre en barriles vacíos
de tanta inseguridad, se me desactivaron los latidos,
mis ojos los encuentro a lo lejos sin pupilas…
Son…Un hormiguero después de la lluvia.
Me río de tu pelo negro de náufrago herido
de avisperos que taladraban cerebros
y me doy cuenta de que ahora el olvido,
es próximo al declive.
Ahora serás un alma transferible para otra,
Burlesco, anónimo, hijos del anonimato
yo desnuda, y con menos peso... ya no te busco
que vacía encontré tu alma.
Nuria.

domingo, 18 de febrero de 2018


Tú y Yo
Como si un gran resplandor nos alcanzara.
nuestros cuerpos famélicos eran el mismo retrato del hambre
Despojándonos en llamas, se quemaba hasta el mismo infierno.
Era…como cuando una grandeza te acoge y te realza…
Grandes e inmensos brillos me cobijaban en tu negro pelo,
como si la mas frondosa de las selvas me acogiera
tu olor a cedro, pino o cerezo brotaba de tu cuerpo. Esencia
en la oscuridad de la noche desbordados como dos torrentes.
La descarga era un grito, vértigos de grandes horizontes
desbandada de pájaros azotando noches hambrientas
hasta el signo del más se escondía avergonzada en el menos
Y resbalaban por mis piernas tan dulces manjares…
que así aprendimos el placer de los ocasos.
Acechándonos estructuras de arcillas, rotas por amor.
Nuria.