MILAGRO

Milagro                                                                      

Esos ojos diáfanos, claros como la lágrima
observan la vida, como un milagro triunfal,
y encierran suspiros venerando tan gloriosa maravilla,
buscando la belleza radiante de los crepúsculos
intrigantes miran, como el día se recoge en silencio
y el color de las rojas nubes viajando en el ocaso
acarician, universos y nebulosas. Y se rinden...
Ante el parpadear sublime de las estrellas
se duermen mirando la pálida gloriosa cara de la luna.
Es la vida, el milagro de la luz y la oscuridad.
Nuria

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Nuria C Navarro

LA LUNA EN MI ALMOHADA

La Luna en mi almohada.

Escarbo espacios, a la memoria
busco, en oscuros recovecos, fragancias
y lloro, en la impotencia de la nada
cuando en mis entrañas encuentro,
murmurando los insectos.

El agua, que cae por mis pupilas
me ciegan, los infinitos minutos sin luz
rayano eres, del dolor ajeno
extravío, las desgarradoras horas
y abrigo... años sin cruz.

Escucho, los retozos de los infantes
y el corazón, abre todas sus puertas
acomodo, todo el amor en flor
la luna plateada en mi almohada
recuesta su inmensa cara, y me confiesa,
su triste vida de soledad.

Nuria.

VOLARE A TI

Volaré a ti
Hasta agotar mis temores
Acariciando vehemente
El ebrio pelo  insaciable de sol
Tus ojos... hirientes océanos
Y de subyugados llantos
Hospedajes celados, arcanos
En la guarida del cielo...
Anidan besos extraviados
Pasajeros sedientos
De entrañables labios, moran,
Acantilados sobre el mar,
Se desprenden como pájaros locos
Y caen en rostros huérfanos
Embelleciendo sonrisas
Enhebrando la vida en un suspiro
Anclados en misteriosas hendiduras
Donde se escapan sigilosos,
A otros labios, de rebordes dorados.

Nuria.

LA TARDE DEL DESENGAÑO

La tarde del desengaño



¿Y si hoy, fuera la tarde, que de puntillas se acercó el desengaño?
Como la triste canción de otoño,
Que, desde una ventana entreabierta se escapa.
Como el humo de chimeneas ajenas, 
Tú, te alejas, en sombras sin forma. 
Donde tú moras, se haya el hastío, en un reposo indiferente.
Eres disfraz, de sonrisas inertes.
Ahora me queda el vacío, en una triste soledad.
Tantos acordes perdidos, en tanto amor reducido,
Cuanta lástima, llena de sosiegos, se inundan en un alma
Esa lágrima que se desprende, ¿Quien sabe su destino?
Es difuso ya, el brillo de mis ojos.
Pero yo, renazco de entre las cenizas.
El fuego fue arduo, pero siempre existen huellas, a las que seguir.
Quizá el amor sea eso, enraizar rencores, y seguir...un cortejo lleno de temores.

Nuria.
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