Mientras los sueños patinan
yo, resbalo dentro de mi alma
con ojos húmedos
en silencio, dejo la voz en paz
como un cortejo fúnebre
siguiendo al que no tiene ojos
adonde estuvisteis, cuando os llamé
adonde os ocultabais cuando tenia ojos
y hablaba clamando, en esta negra soledad.
El amor que era eterno, que me rompió con guijarros el alma...
cuando el nido se llene de serpientes
sabréis quien os venció.
Nuria.