Blog de poesías de la poetisa Nuria C Navarro, poesías escritas desde el fondo de su alma, que en cada una se esconde una pequeña parte de su vida, su afición viene desde que su vida se trasladó a residir a Perú, en su soledad, decidió escribir parte de su vida, recordándola en pequeñas partículas.
Sueños Abriendo dos fuentes como dos llantos: El día del bautizo de mi hijo mías eran las fuentes, eran mis grandes pechos rebosando y el sacerdote allí mirando como se empañaban mis ojos... eran dos fuentes... Se fueros los sueños crepusculares y aparecen extraños con la aurora. Esto es un sueño veloz como la vida. Ahora... son las tardes lentas, me las dejan lentas, para que recuerde mis fracasos y poco a poco, barrenan el cerebro, como mordiscos de hormigas, cuando te sientas encima de sus caminos. ¡Así, para tener mas angustia, son los malditos! Burlones aveces, te dejan ver como eres, así de pronto, te ponen delante de un espejo, y te reflejan, pero...quien pidió un osado cruel, y maldito espejo...ellos, burlones y malvados. Aveces son buenos, solo aveces y despiertas y piensas, porque fue tan corta la noche, eso...solo aveces les gusta mas corroer el cerebro ... Que dar gusto a alma. Aun la tarde es lenta, y las imágenes pasan como huracanes aveces...te dejan ver una imagen tierna, una caricia al hijo, y de repente se escapan, ni un segundo duró, y te muestran imágenes con dientes, osea, muerden. Así, lenta la tarde y los años te los enseñan rápidos. Pienso que es incoherente eso, y no entienden de matemáticas no puedes ir a dormir con veinte y amanecer con cuarenta. Nuria.
Registered & Protected
Como un gran imperio apareciste grande, vibrante, deslizando luz a mi herida yo, te guardaba como una veneración te acechaba silenciosa... Sutilmente aun si mis ojos hubieran sido ciegos y un rayo hubiera alcanzado mis cansancios y el cielo hubiera temblado de repente... ni una mínima sombra se hubiera interpuesto esa... la noche en el silencio llovió cieno.
Tú, vienes soberano ornamentando tu oropel eras dueño rey, alma contra alma te creías ganador en la batalla no sabias que mi alma vibra en la sombra entre zarzales escondo las lágrimas y la bravura la expongo y renace, blanca, como la difunta palidez tú, habías sido venerado, yo, seguiría siendo lirio y tú, el polen.
Llegarán los miedos Aun cuando vi caer el rayo a mis pies... ¿crees que la ciega luz enturbiaron mis ojos? Al presenciar tus manos, acariciando esa faz de rosa de pupilas estrelladas como dos brillantes. Aun así, yo te seguí amando Llegarán tus miedos. La noche que habitarás desalientos cuando tu alma se halle abierta de par en par amando, besando, acariciando otros labios ajenos a los míos y sientas que se enturbiaron esos ojos de brillantes y el beso es yerto, frío, desierto de luces... Desencadenará el incendio, y los abismos se abrirán para ti aun así, amor mío, en mis atardeceres rogaré ver tu efigie seguiré el rastreo, buscando huellas del pasado apartando mis grandes ojos del oscuro atardecer de mis días fríos y atándome con cadenas a los recuerdos Recordando el fino cristal de tus ojos el vino, que depositabas en mi boca me iré con la sonrisa puesta, rogando, suplicando que, ella, la muerte, me regale tú nombre. Nuria.
Registered & Protected
Llegaste...del mismo cielo entre manantiales como te guardo niña, entre el camino y la ribera vienes rociada de alientos dorados hechicera eres de parra, uva, vino y locura con tus pechos turgentes como porcelanas y danzas como una herida de fuego.
¡Morena! !morena! entre claveles rojos tu sonrisa, envuelve entre el rocío y la escarcha tu nombre para aclamarlo en mis sueños inmortales... hueles a mar, a sol, a sándalo, a nuez, a especias. Entre las sombras de olivares, ponemos el día al alba
Si tu supieras madre entre trigos y juncos como me hirió como tembló mi cuerpo, ¡Cuanto madre... cuanto! Lola, gitana de casta y raza, ¡Baila!, ¡baila! debajo los olivares, refugio entre estrellas y luna, ven, reposa tu pelo en el abismo de mis anhelos.
Morena, de pies descalzos, como me matan tus ojos germina tu vientre simientes de fértil primavera tus ojos, dos saetas relucientes como pendientes ese clavel de tu boca y esa rama de romero... gitana, niña... estas hecha de fuego. Nuria, Registered & Protected
Ya nunca hallaremos un noviembre las hojas dejan un manto como un féretro tus manos imploran dos riberas plateadas cuando tu rostro sea la efigie de tu alma, posarás tus ojos fijos en la espera. Te llevas el peso del estío encima y sus inagotables horas de sol en el pecho y los pies con brechas de fuego y sangre y el suspiro, de claveles rojos en los labios, de sangre, de injusticia y llanto.
En tus ojos ahora habita el desencanto en tus horas amargas y temerosas amo leerte, tus últimos versos sin rimas llega la última noche glacial de la muerte y lloro...tu faz de seda fría.
La huida Se deshacen los versos y mis palabras se vuelven huecas el viento trae ráfagas de recuerdos despeinando los días. Corro... Nunca alcancé el horizonte.
Cuando creías tenerme a tu alcance huí, de ese aliento cálido que brisa y calma el alma todos los puntos cardinales nos pertenecían retengo, ese grado de avidez insaciable ¡Locos, locos de amor éramos!
Naces, en la corriente de mi espíritu navío que avanza incansable por mi sangre navegante incansable de mis recuerdos el suspiro triste en mi agonía compañera mía...
Ruedan los días inacabables como versículos yo, pasé como una batalla por tu vida mientras las giraldas rodaban locas ráfagas de besos enterrados... ¡ciegos besos mutilados!