Enajenado, chillaba, en silencio
hondo... tan hondo, que el terror temblaba
y la ira se acerca despacio,
cuanto ruin eres, que necesitas,
una mente loca para saciarte
envolviéndote en noche fría, patética...
se abalanzó, relamiendo la victoria
vestiste lánguida, pero que puta eres!!!
hipócrita, cuando tú culpas al alma
y cruel, miren, Dios!! si la vieran,
si ustedes la pudieran sentir
como la mente enajenada
se abalanzó, en un pulso, comiendo su alma
robada ladrona ira!!!!,
precedías después del grito
balsamera de peste, en el baile de celos
de locura, ciega, sangrante...
ya estaba hecho, la hoja de un cuchillo
entre un charco de sangre...
mató a su amante.
Nuria.
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