Madre, ahora tu pecho esta frío
pero yo lo recuerdo de una calidez...
como una escollera de estrellas
ancladas, en un fugaz destino
tu pecho era tibio madre, y lleno...
Se escapa mi aliento contenido
y mis segmentos se dispersan
y lanzo el grito desmesurado
cuando de infancia me visto
y en el miedo me resguardo
Las estrellas, se fugaron de la escollera
ahora danzan libres, festejando la noche
solo temen, los compases de la aurora
que se acomoda, rápida y trepidante
hoy, eres añoranza, eterna, y perdurable
y yo, madre, te recuerdo tan cálida...
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