Quise ser indiferente, sin mirar sus ojos de ámbar
y el orgullo, se apodero de mi pequeño cuerpo
las lágrimas, desembocaban en un charco envenenado
llegaste fulminante, como el musgo verde intocable
yo vi de cerca tus ojos de fuego y mis iris cegados
allí, clave mis rodillas al barro, y rogué un horizonte
Vi lirios marchitados, y lánguidos, rogando al cielo agua
se fue, la esencia en un latente palpitar,....Se ciñó la noche
y bese la cruz, pedí silencio a la noche, me entrego la luz
y alzo el vuelo, encontré el camino, en el cielo negro... Palpitante,
yo rezo a la vida que ilusiona, porque sin amor se muere
y el amor mata..
Nuria.
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