Estrellas siderales en mi busca
voladoras, con una grande cabeza
vertiginosas, vigorosas, cansadas
tercas y sagaces, planeando llegan,
con un manto azul, las libélulas...
de terciopelo, felpa o musgo
libélulas de trasparentes alas
que fulgurantes, volátiles...me hacen pasajera...
de un sueño insólito, de cosmos soleado
nada era armonía, todo era impetuoso
desencajaba todo, extraño y poderoso
yo... viajera del mundo
nada comenzaba y nada terminaba
todo principio se poseía del infinito
como un gran astro circular cósmico
y en lo mas hondo de mi sueño de fuego...
amanezco, y mi cuerpo resplandece
cuando por la ventana llega, el contagioso
aroma de primavera.
Nuria.
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