Tu nombre, que martillea sin pausa
colándose por el vaho de mi boca
quiero absorberlo silaba a silaba
para exhalarlo letra a letra.
Tu silencio se mece con arrullo
de tus manos resurge el volátil miedo
como el anónimo vergel...
Tu nombre esconde.
Si yo te quiero ceñido en mi alma
ceñido en un perpetuo sueño
tus labios, con los míos ceñidos
desde el camino hasta el precipicio ceñido
de tus manos resurge el volátil miedo
como el anónimo vergel...
Tu nombre esconde.
Si yo te quiero ceñido en mi alma
ceñido en un perpetuo sueño
tus labios, con los míos ceñidos
desde el camino hasta el precipicio ceñido
Nuria.
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¡Qué romántica eres!
ResponderEliminarUn beso Nuria
gracias Marisa
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